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Para un visionado mas amplio, pulsar F-11





..... amanece un día cualquiera, de un verano cualquiera, de cualquier año.

En tan sólo unos minutos este paisaje, se cocerá a mas de 40ºC.

En él, se narrarán historias de supervivencia, historias donde tan sólo los mejor adaptados tendrán el derecho a la vida.

Es...


El Desierto de Tabernas


Si por desierto entendemos, aquella zona árida en la que no prospera vida alguna, podemos afirmar que la zona que bordea a Tabernas, no es un desierto.

Estos territorios donde la existencia vegetal y animal, hace equilibrios entre la vida y la extinción; y que hace tan sólo muy pocos años, eran despreciados por no poseer atractivo aparente alguno; han pasado de modo muy afortunado a ser valorados, protegidos y visitados por científicos y naturalistas, despertando al tiempo, un enorme atractivo para el turismo.

El interés y la excepcionabilidad de estos enclaves, se fundamenta tanto en su flora, como en su fauna y de forma excepcional en sus valores paisajísticos.


Para los amantes del desierto, la calificación de este paisaje valorado en una escala del "1 al 10", posiblemente sería un "11".


   


La tremenda erosión ocurrida aquí, esclarece en ocasiones sus orígenes sedimentarios.



Una vez dentro del desierto habremos de ser autosuficientes, aquí no podremos abastecernos de nada, ni tan siquiera de agua.



Sinfonía de formas, un trabajo orfebre de increíble belleza


 

Hace millones de años que comenzaron a formarse las extravagantes formaciones geológicas que hoy avistamos en el Desierto de Tabernas. Cuando el Mar Mediterráneo se retiró del pasillo dejado entre las sierras de Alhamilla y Los Filabres, comenzó a formarse una depresión, que mas tarde se convertiría en una cuenca sedimentaria; es decir, en el lugar donde fueron a parar los materiales procedentes de las montañas mas cercanas, materiales que fueron transportados allí por  agentes geológicos externos, esencialmente por el agua de lluvia.

Estudiando los sedimentos depositados en el actual Desierto de Tabernas, los geólogos han podido constatar algunas de las condiciones ambientales que dieron origen a estos procesos sedimentarios.

La mayor parte de los materiales arrastrados por el agua, acabaron descansando sobre el antiguo lecho marino, un lecho formado por rocas calizas que acogió de forma desinteresada a las arenas, las arcillas los limos y los yesos.

El resto del proceso, fué un lenta obra del sol, del viento y de la propia agua de lluvia, que moldeó palmo a palmo este monumental paisaje cómo si de un trabajo de orfebrería se tratase. Un paisaje desolado y agreste donde la palabra clave es: "erosión".


Paisaje moldeado a golpes de agua, sol y viento.


 


Son los llamados: "Bad lands" o "Tierras malas".



Ramblas y barrancos, excavados para disfrutar de la soledad


 

El crudo y áspero moldeado de este espacio natural, oferta al visitante un enigmático mundo de formas, un paisaje no repetitivo, que permuta día a día y hora a hora, su especial calidoscopio de luces y sombras.

El régimen corto pero torrencial de lluvias, ha creado en la zona una red de ramblas y barrancos, cuya fisonomía se ve modificada a causa de la facilidad con que el terreno queda erosionado.

Este lento e incesante moldeado, es la causa por la que el caminante queda atrapado en la belleza y soledad de este paisaje; un paisaje hecho a medida para disfrutar del silencio y la soledad.

La arteria principal de esta efímera y en ocasiones tortuosa red fluvial, es la rambla que da nombre al paraje: La Rambla de Tabernas; de ella se derivan otras ramblas y barrancos, cuyos nombres delatan el pasado histórico de este desierto: Rambla Seca, Rambla de Lanújar, Barrancos de Indalecio y El Cautivo, La Sartenilla o  el Arroyo de Verdelecho.


Barranco del Cautivo.



Barranco de Indalecio.



Rambla Seca.


Aquellos que caminan por las ramblas de este desierto, aseguran tener aunque tan sólo sea por momentos, la extraña y al tiempo placentera sensación, de ser el único habitante del planeta.

Se trata pues, de un mundo hecho de silencios y soledades, que es como un libro abierto para el que camina despacio y sabe donde mirar.

Este paisaje irrepetible, deja su huella en aquellos que por primera vez lo visitan, de hecho, suele decirse que al desierto se le ama o se le odia, pero que a nadie deja indiferente.

El desierto es algo tan valioso y hermoso para quién lo ama, que no necesita de  barreras para ser frenado. Y quién lo conoce en profundidad, es seguro que lo ama.


Arroyo de Verdelecho.



Rambla de Lanújar.



Oásis del Cautivo.


 

Cerros, cabezos, mesas y crestones


 

Las calizas y las areniscas presentes en Tabernas, resultan muy permeables al agua de lluvia, mientras que la arcilla es casi impermeable.

Esta diferencia provoca que la lluvia que se infiltra por la capa superior de estos cerros, provoque un socavamiento en la base y un posterior desplome y desmoronamiento de las laderas inclinadas de sus taludes.

Debido a ello, cabezos, mesas y crestones quedan casi al descubierto, poniendo una nota de personalidad geológica capaz de moldear un paisaje tan descarnado como irrepetible.


Algunas mesas y cabezos, quedan suspendidos por un endeble pié arcilloso.


 

El Cerro Alfaro constituye el relieve mas singular y característico de todo el Desierto de Tabernas.


 

Oasis en mitad del desierto


 

Que el ser humano tiene una marcada preferencia por los llamados ecosistemas verdes, de frondosa vegetación y con abundancia de agua, es innegable. Pero no es menos cierto que, ningún paisaje sea tan estimulante y fascinante al tiempo  para el observador, como lo son las llamadas regiones áridas.

Lo singular de sus condiciones climáticas, su biodiversidad, y lo específico de sus ecosistemas y geoformas naturales, hacen de los ambientes áridos, uno de los paisajes mas bellos y espectaculares de cuantos se puedan observar en la provincia de Almería.

Este desierto, que queda encajonado entre las sierras de Los Filabres y Alhamilla, y que tiene como telón de fondo a Sierra Nevada; está condenado por su situación, a que las  húmedas borrascas que proceden del Atlántico, tengan muy difícil acceso por no decir casi imposible, el poder descargar precipitación alguna en la zona.

   

 

Aquí los días de lluvia, que bien pueden ser entre dos y cuatro al cabo de todo un año, provienen generalmente del Mediterráneo y lo hacen en situación de "gota fría", es decir, con carácter torrencial, horadando ramblas, erosionando laderas, creando sin cesar nuevas cárcavas y espectaculares torrenteras, en pocas palabras moldeando el paisaje.

Un paisaje desgarrado y seco, salpicado de forma muy puntual, con tarayales y palmerales, que ponen una pincelada fresca y dan cobijo a múltiples formas de vida.

 
 

Contemplación directa de uno de los más grandes espectáculos naturales de Almería.


 

Vegetales aferrados a la vida


 

Plantas perfectamente moldeadas por la evolución, para habitar este medio tan inhóspito.


De esta tierra, y después de unas breves lluvias, brotará una nueva vida. Será una breve pero intensa temporada antes de que el sol abrasador vuelva a ejercer su dominio, tanto los vegetales como los animales, acelerarán sus ciclos vitales para alimentarse, crecer y reproducirse, y de este modo, poder perpetuarse en el tiempo.

En este medio tan hostil y difícil para la vida, tan sólo progresarán encontrando un hábitat acorde donde vivir, aquellos que a través de la evolución supieron adaptarse.

La fauna antepone la noche al día para relacionarse y promover sus correrías en busca de alimento, mientras que la flora, ha sabido adaptarse con estrategias como el parasitismo, la suculencia o simplemente, desprendiéndose de sus hojas para evitar pérdidas de agua en la evapotranspiración.

Colonizar un desierto, no debe resultar cosa agradable para ningún ser vivo, si antes no se ha sabido programar; es sin duda, una estrategia evolutiva que ha permitido colonizar a un grupo de seres vivos, un hábitat nada recomendable para la vida.


El parasitismo, resulta una estrategia muy práctica para sobrevivir en el desierto.



En "Tabernas", las especies vegetales no viven, se aferran a la vida.


Uno de los ejemplos mas llamativos de supervivencia y adaptación a este medio subdesértico, lo constituye una especie de la familia de las Crucíferas (pétalos en cruz) especie rara y única de este paraje natural: "Euzomodendrom bourgaeanum".

Dedicada al botánico decimonónico Eugéne Bourgeau, se trata del endemismo mas preciado de cuantos pueblan el Desierto de  Tabernas, un vegetal monogenérico tan antiguo, al que no se le conoce ningún pariente cercano.


"Euzomodendrom", es considerado como joya botánica del paraje natural.


Otras en cambio como las gramíneas, han optado por generar sus semillas en espigas, para de este modo aumentar de forma notoria, las posibilidades de polinización, germinación y difusión de la especie.


La suculencia es una adaptación evolutiva para intentar sobrevivir con poca agua.



Las gramíneas es la familia botánica mas extendida y mejor adaptada para vivir en el medio desértico.


 

En el oeste de Tabernas


 

El bueno, el feo, el malo, Sergio Leone, Ennio Morricone y..... tantos otros.


El de Tabernas es un desierto, en el que no sólo tendremos la posibilidad de admirar su vida silvestre. La huella dejada por el hombre, también se hace visible cada día de forma mas frecuente.

Si bien es cierto que, la flora y la fauna del lugar lleva aquí instalada miles de años, no lo es menos que desde hace tan sólo unos pocos, desfiladeros y barrancos quedaron impregnados de ciertos sonidos que aún hoy, perduran en los que pasean en silencio por este entorno.

Aún rezuman por el "Oeste de Tabernas" los ecos de cuando "El Feo" de Eli Wallach, atado de pies y manos sobre un caballo y con una soga al cuello, gritaba al "Bueno" de Clint Eastwood aquella frase de: !Ehhhh rubioooo!: ¿sabes de quién eres hijoooo?


El poblado de "El Paso" ha sido testigo de innumerables "spaghetti westerns". 



A este puente, tan sólo parece faltarle el suave balanceo de una horca.


 

   

O la desafinadísima armónica de Charles Bronson, en su interminable duelo a muerte con Henry Fonda en la Rambla de Gérgal.

Tanto la industria cinematográfica como la tecnológica, aportan al desierto su personal sello. Junto a diversos escenarios y parques temáticos creados para le recreación del "spaghetti western", se alza una no menos espectacular plataforma de investigación y transformación de energía solar.

Naturaleza y tecnología se conjugan aquí en Tabernas, colocando en ocasiones en peligro ese delicado y sutil equilibrio entre lo real y lo irreal, entre lo natural y lo creado por el hombre.


En ocasiones se reúnen turistas y visitantes para contemplar las puestas de sol.



Mas de 3.200 horas de luz al año, han dado pié a la instalación de una Plataforma Solar.



 

Con la caída de cada tarde de cada tórrido día de verano, la mayor parte de los habitantes de este y de otros desiertos, parecen alegrarse de haber finalizado con éxito una jornada mas; como le ocurre al "Vigilante del desierto", que jadeante por el calor entreabre su boca. 

Algunos consiguieron el logro de finalizar con éxito un nuevo día, pero otros en cambio se encuentran agazapados a la espera de adueñarse de la noche.

Se trata ahora, de mostrar la cara mas oculta del desierto.


"El vigilante del desierto", domina majestuosamente cada atardecer de Tabernas.




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