CUADERNOS DE BOTÁNICA AÑO:2015
Desde este nuevo espacio de Almería
Natural, trataremos de conocer e informar de numerosos hechos
relacionados con el mundo de las plantas. Desde cómo identificar una
especie, dónde localizarla por su tipo de hábitat, curiosidades de la
flora, así como un buen número de experiencias y anécdotas relacionadas
con el mundo vegetal, que nos brinda cada
día Almería Natural.
Es este un apartado creado
para el aficionado y el estudioso
de la botánica, por lo que si eres profesional de esta disciplina,
aconsejaríamos no leerlo con ojo crítico.
Las opiniones vertidas aquí, son eso, opiniones que no pretenden
convertirse en dogmas.
Almería Natural
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Las
extremas condiciones ambientales que rodean la vida en el desierto, hacen
preguntarnos qué mecanismos adaptativos, han escogido algunas especies para
vivir en ellos. Si nos fijamos sólo en el mundo vegetal, vemos que tan sólo pueden prosperar especies sumamente
especializadas.
Se trata de un
conjunto de especies, llamadas "plantas xerófilas", especies bien adaptadas
para soportar largas sequías, pérdidas excesivas de agua por
evapotranspiración y capaces de sobrevivir en hábitats con un elevado grado
de salinidad. Las especies xerófilas, adoptaron en su día, diversas técnicas
adaptativas, como
son las "adaptaciones fisiológicas".
Estas adaptaciones, van encaminadas a reducir la transpiración a través de las cutículas
de las plantas. Además si las temperaturas
son excesivas, cierran sus estomas limitando en lo posíble las pérdidas
de agua.
Las más evidentes, hasta el punto de imprimir un inconfundible
carácter a las zonas áridas, son las "adaptaciones
morfológicas", por
lo que es muy frecuente, que las plantas xerófilas presenten una
especial morfología en alguna o en el conjunto de todas sus partes.
Lo
primero que nos puede llamar la atención de este tipo de plantas es, su forma
de porte almohadillado. Esta disposición,
permite reducir al máximo la superficie expuesta para hacer frente a una
excesiva insolación, generando un
microclima algo más húmedo
y fresco en el centro de la planta.
Las hojas de las plantas xerófilas ostentan rasgos muy
característicos: son muy pequeñas, o incluso inexistentes (la
disminución de su tamaño supone también una reducción de la
superficie transpirante y un menor riesgo de sufrir un calentamiento
excesivo). Son
coriáceas o carnosas lo que ayuda a mantener la humedad interior.
En determinadas ocasiones, quedan sustituidas por espinas. Espinas que
no sólo les reporta un
elemento disuasorio contra los herbívoros, sino que además, oferta diversas ventajas
a la planta, impidiendo que todo el órgano se encuentre expuesto al sol
al mismo tiempo.
Algunas especies pierden la hoja en
periodos secos muy prolongados. Este es el caso de dos especies
ampliamente representadas en la flora de Almería: El Cambrón ("Lycium
intricatum y Lycium europaeum").
La suculencia,
es otra adaptación primordial de las floras que colonizan los desiertos. Las plantas suculentas
almacenan importantes reservas de
agua en hojas y tallos. Como el Áloe,
el Ágave, la Euphorbia
y una de las joyitas de nuestros desiertos:El Chumberillo de lobo
("Caralluma europaea") que, adquiere
forma globosa, dándole una fisonomía inconfundible a esta
especie.
Otra estrategia desarrollada para afrontar la
salinidad, es la halofilía. Son especies caracterizadas por disponer
de concentraciones salinas en sus propios jugos; compensando la concentración del agua salobre del suelo.
"Las halófilas", acumulan gran cantidad de sal en sus tejidos
sin que ello les perjudique. Son plantas
especializadas en soportar determinados tipos de sal. Así, hay halófilos de cloruros, de sulfatos...
No
obstante, existen también plantas que se deshacen de la salinidad sin acumularla
previamente en sus tejidos. Como los Tamarix,
arbolitos capaces de separar la sal del agua y expulsarla a través de sus
hojas. En un grupo similar por su mecanismo de excreción, aparecen los
"Limonios", género muy abundante en las zonas desérticas de Tabernas
y el Cabo de Gata.
Para concluir este breve repaso a las plantas que habitan los
desiertos, no olvidaremos a un grupo que no necesita disponer de
mecanismos especiales, bien por limitarse a colonizar lugares
favorables, bien por presentar unos
ritmos vitales cortos y compatibles con la dura vida en el desierto.
En este segundo grupo, aparecen numerosas especies que completan su ciclo
vital en periodos muy cortos de tiempo. Son las "especies efímeras”.
Especies capaces de desarrollar sus ciclos biológicos, tras un único
y reducido episodio de lluvias. Un buen ejemplo de ello, es la efímera floración de la
Linaria de
Tabernas ("Linaria nigricans"). |
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Para
poder profundizar en el conocimiento de las plantas, nos resultará
indispensable, comenzar a familiarizarnos con sus nombres científicos. Es
algo, que habremos de tomárnoslo con cierta calma, pues tan sólo a base de
ver, leer y releer dichos nombres, además escritos en latín, los
memorizaremos y entenderemos en poco tiempo.
El nombre
científico, a diferencia del nombre
común, no depende de cómo denominen a una especie en
una determinada región. Es simplemente, un nombre
universal.
El nombre común, es un calificativo dado, para nombrar una especie botánica en
cualquier país o región del mundo. Pudiendo ser este muy variable, incluso
dentro de una misma región.
Una misma especie, puede recibir y de hecho lo hace, distintos nombres
incluso comunes, incluso en un mismo país (por ejemplo: "Cipote de lobo" o
"Rabo
de zorro"). Lo cuál, puede dar y de hecho lo da, origen a cierta confusión.
Conociendo su nombre científico, que es: "Cynomorium coccineum",
esta especie, queda perfectamente
identificada
y tendremos un nombre universal que nos permitirá
conocer sin margen de error a qué especie
nos estamos refiriendo, incluso cuando hablemos con botánicos de otros
países.
El hecho de nombrarla o clasificarla en latín, es una garantía de que dicho
calificativo, no variará jamás, al tratarse de una lengua muerta.
El
nombre común, vulgar o popular, que así es cómo se llama, es el
que la tradición o las gentes del lugar, le asigna a cada especie. El
nombre común puede variar de un país a otro, entre regiones o incluso entre
localidades próximas como ha quedado claro en el ejemplo anterior. Familiarizarse
con unos nombres o con otros, es algo
que con el paso del tiempo, se nos irá quedando en la memoria. Nos resultará
relativamente sencillo, recordar muchos de ellos:
Quercus
ilex (Encina), Pinus
pinea (Pino
piñonero) o Arbutus
unedo (Madroño).
Pero, ¿cómo se nombran técnicamente las plantas?
Tomemos el ejemplo, del: Pinus pinea L..
que es el nombre científico del
"Pino
piñonero".
Como se observa, consta de tres partes:
1. "Pinus"
(siempre con mayúscula):es el género al que pertenece la especie. Recordaremos que los seres vivos
se clasifican en 5
reinos, siendo
uno de ellos es el vegetal. A su vez, cada Reino se subdivide en
categorías, como: Clase, Orden, Familia, Género, Especie,
Subespecie, Variedad y Forma.
2. "pinea"
(siempre con minúscula):
es la palabra que define las especie.
3. "L.":
es la abreviatura del descubridor o clasificador de dicha especie (en el caso que nos ocupa,
Linneo).
Por lo general,
el nombre genérico hace referencia a un mismo grupo de especies (Ophrys,
Helianthemum o Erodium); mientras que el especifico, alude en ocasiones a su
color, lugar de su descubrimiento o al botánico descubridor o clasificador
de la especie. (Como: amarillo,
Almería o Boissier).
Híbrido: Es el resultado del
cruzamiento entre dos especies afines, pero distintas. Generalmente se
nombran utilizando los nombres pertenecientes a sus dos "parentales". Por
ejemplo, al cruzarse "Ophrys
speculum" con
"Ophrys scolopax", obtenemos
un híbrido que se llamaría:"Speculum
x scolopax".
Estos cruzamientos, bien los puede realizar la mano del hombre o
bien producirse espontáneamente en la naturaleza. Existen
multitud de plantas ornamentales que son híbridos; fruto de
los cruzamientos que los viveristas realizan, para obtener determinadas
características (como flores más grandes, plantas con mayor vigor o plantas más
resistentes, etc.). |