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Para lograr un visionado mas
amplio, pulsar F-11 |
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Fotografiar un paisaje
costero, puede y de hecho lo es, un ejercicio de relajación siempre que
acudamos a hacerlo en un día con el mar en calma. Antagónicamente, nos
puede llegar a resultar sumamente estresante, si procedemos a realizarlo
en aquellas jornadas en las que el mar, nos depare un fuerte y desagradable
vendaval.
Para mí, esta es la
primera disyuntiva que me planteo antes de salir a realizar fotografías
por
la costa. Por ello, entre las dos opciones
anteriores y sin ningún tipo de duda, escojo siempre la primera, puesto que
además, la orientación de la fachada litoral almeriense, me permitirá
en tres de cada cuatro ocasiones, optar por una ubicación favorable en función
que el viento sople de "levante" o lo haga de "poniente".
El
continuo estruendo
de las olas batiendo las rocas del litoral, produce en mí unas brutales, inigualables y
placenteras sensaciones, que son un tanto difíciles de describir aquí y
ahora. |

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La
elección del adecuado equipo fotográfico y vestimenta, serán premisas
básicas para nuestro éxito
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Toma cenital desde un
cercano acantilado del
Arrecife de El Dedo en el Cabo de Gata
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El
equipo que voy a utilizar para dichas ocasiones, suelo seleccionarlo con anterioridad para
no llevar nunca mi mochila sobrecargada, teniendo en cuenta por el terreno
resbaladizo en el que habré de moverme.
Piezas
absolutamente indispensables para esta aventura y que siempre me acompañan
son, un objetivo gran angular, un
robusto trípode, un mando a distancia y una linterna de manos libres.
Los
filtros son igualmente, una parte esencial del equipo: utilizo un polarizador, un ND para
largas exposiciones y un
degradado para compensar zonas con luminosidad desigual. |
La
incomparable Playa de Los Muertos en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar |
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Tan
importante como el equipo fotográfico, son la ropa y el calzado, elección
que nunca dejo al azar, ya que en alguna ocasión, me han deparado
experiencias muy desagradables.
A
título particular, deseo incidir en el peligro de las mareas que, aún no
siendo demasiado relevantes, nos pondrán en apuros caso de no regresar al
punto de partida con la suficiente antelación. Por
último, un kit de limpieza y protección de la cámara, me resulta esencial,
ya que
la brisa marina es tremendamente perjudicial para cualquier equipo de
fotografía. |
Almería a
toda costa
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En las
dos fotografías anteriores, se manipuló el dial de la cámara a "Prioridad
de disparo"
(Tv), disponiendo de un control total sobre la velocidad de obturación. La
cámara será capaz por sí sola de ajustarnos la apertura que considere mas
conveniente para crear el difuminado efecto de las olas
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A
la hora de ponerme a realizar fotografías de paisaje en la costa,
reconozco que una de mis prioridades es la de transmitir esa sensación de
libertad que produce el agua en movimiento. Una sensación inigualable y
que puedo conseguir a base de largas exposiciones, aunque ello suele ir
ligado al encuadre y a la fuerza del oleaje. Utilizando velocidades
de obturación de alrededor de 1 segundo, es posíble ver detenida
parcialmente la
trayectoria de las olas.
Como introducción,
desearía exponer algunos de los componentes esenciales que hacen que una
fotografía sea extraordinaria o simplemente mediocre: la luz. Una vez que he
decidido el enclave donde fijaré mi trípode y demás pertrechos, he de
reflexionar sobre cuál es su intensidad, su dirección y sobre todo, cómo
habrá de alterarse en el transcurso del resto de la sesión fotográfica.
Por ello, uno de los
primeros
dilemas a plantearnos será: ¿primeras horas de la mañana o
últimas de la tarde?; personalmente y no sólo por motivos de comodidad,
opto por un crepúsculo antes que por un amanecer. Las puestas de sol me proporcionan el sosiego
de acudir parsimoniosamente al escenario y preparar sin agobios el
material que mas tarde utilizaré. Y es más, si tengo una predilección por
algún tipo de luz determinado, antepongo los breves instantes que van
desde la desaparición del sol por el horizonte, hasta el que la oscuridad
total, comienza a hacer penoso mi trabajo.
Aguardar cómodamente en
el escenario escogido, organizando los accesorios que utilizaré, es para
mí una ceremonia tan gratificante, como la pueda ser para un oriental la
preparación de una taza de té. Son instantes en los que valoro y
preveo, con qué luces me encontraré tan sólo unos minutos
mas tarde. Es el tiempo de tener a punto y lo mas pulcro que podamos, un
polarizador capaz de eliminar de nuestra escena brillos innecesarios, un
filtro degradado en un bolsillo accesible por si hubiese que oscurecer
artificiosamente la escena y darle a nuestra cámara una menor velocidad
y un degradado neutro que nos permita igualar zonas mas o menos luminosas
de nuestra escena. |
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Todas las precauciones a tomar serán pocas, cuando nos acerquemos con
nuestros equipos cerca de un mar embravecido |
La
fotografía nocturna, tiene multitud de adeptos en la llamada "fotografía
de costa" |
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¿Temporal... |
Otra
circunstancia que se presenta a la hora de escoger el día en el que
realizaremos
nuestras tomas es, si hacerlo en mitad de un temporal o en un plácido día
con el mar en calma. Aunque ambas situaciones presentan algún tipo de
satisfacción, no creo
necesario que deba extenderme para aclarar mi respuesta.
Existen momentos
especiales y de incomparable belleza a la hora de fotografiar la costa, como
cuando un cielo cubierto se abre y las nubes se
tornan densas, intensificando sus matices, o cuando el agua del mar cambia de tonalidad, pero si
aparte de todo ello, somos capaces de captar el
movimiento de las nubes, es fácil que nuestro esfuerzo quede ampliamente recompensado. |
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 Esta ola
rompiente, fue tomada sin la utilización de filtros, un 16 de diciembre a
las 17.45 horas, con una longitud focal de 130 mm., una exposición de
1/100 sg y una apertura del diafragma de F- 6
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... o mar en calma?
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De
igual modo que no rechazo nunca un mar embravecido, tampoco lo hago cuando
se me ofrece una de esas tardes sosegadas, en las que el mar refleja la
quietud del ambiente.
En tales ocasiones, me
agrada centrarme en aquellos detalles que suelo pasar por alto, en los días que quedé encandilado por la tormenta. Las aves costeras,
las conchas de mar o
los pequeños crustáceos, suelen ser centro de mi atención, deparándome
gratos momentos al fotografiarlos.
La arena,
supone también un recurso extraordinario a fotografiar, guardando siempre la precaución de no pisarla bajo ninguna excusa, ya que
nuestras huellas arruinarían el valor de las
imágenes que tomemos de ella. |
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El Arrecife de Las Sirenas, es la auténtica capilla sixtina para el fotógrafo de naturaleza
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Pequeños
crustáceos, gaviotas, algas, conchas de mar ó líquenes, son siempre
magníficos recursos en la realización de fotografía de costa, cuando el
mar no sea el protagonista |
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Si
existe un enclave en Almería natural donde el fotógrafo jamás descansa,
ese es el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. Un espacio protegido,
que mas bien parece un imponente estudio cinematográfico a cielo abierto; playas,
acantilados, pequeños islotes, salinas y un interior donde aún es posíble
impregnarse de la calificada como Almería profunda.
De
entre los múltiples y variados escenarios que nos ofrece este parque,
parece ingrato no destacar aquí una pequeña chimenea volcánica que asoma
entre medio del mar: "El Arrecife de Las Sirenas". El arrecife o las
sirenas, que son algunos de los modos por los que aquí se le conoce,
es un ineludible lugar de peregrinación para fotógrafos locales y
foráneos.
En
cada oportunidad que se visite este primoroso enclave, nos
agasajará con tan dispares tonalidades, que bien parece que
lo hacemos en entornos totalmente discordantes. Un rincón único y mágico, capaz de
satisfacer con creces los intereses del más exigente de los fotógrafos.
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El efecto
del agua en estas dos imágenes se consiguió, anteponiendo al objetivo un
filtro polarizador y otro de densidad neutra (ND) para aumentar en lo
posíble
el tiempo de exposición
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Otros
argumentos de nuestras fotografías en el paisaje costero, pueden ser las
escenas deportivas: estos windsurfístas, fueron captados con un tele 300
mm y a una velocidad de 1/800 segundos
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EQUIPO BÁSICO RECOMENDADO
* Reflex digital de
objetivos intercambiables
* Objetivo zoom estándar (18-55 mm)
* Objetivo gran angular (10-24 mm)
Teleobjetivo zoom (100-300
mm)
* Un robusto
trípode
* Protección del equipo contra
agua y viento
* Polarizador
* Filtro degradado neutro
* Filtro de densidad neutra
ND
* Elementos de
limpieza rápida
* Mando a distancia y
linterna
* Ropa y calzado adecuados
al agua
* Documentación en regla
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¡Deportes!
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Los
deportes acuáticos, como la vela, el windsurf o las numerosas
modalidades existentes de parapente, suelen
ser y de hecho lo son, argumentos fotográficos de enorme belleza plástica, que sin embargo el fotógrafo no deportivo suele pasar por alto.
La
concepción de este tipo de fotografía se contrapone a
la del paisaje de costa, pero no por ello deja de ser menos atrayente. Aquí, jamás debemos fotografiar a ras de playa, sino mas bien
buscar un oteadero para enmascarar en lo posíble la línea del horizonte. Los objetivos angulares deben sustituirse por potentes teles de unos 300 ó
400
mm., y en la búsqueda de soluciones finales, hemos de atinar con velocidades de obturación, lo mas rápidas que nos permita
nuestro equipo, para que las imágenes que obtengamos queden totalmente
congeladas en el tiempo. |
Una
tormentosa tarde de viento
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Una
vez que dejo claras mis preferencias sobre en qué días salgo a fotografiar
el paisaje de costa, con una completa, que no pesada mochila a mis
espaldas y armado con un robusto trípode, me dirijo al enclave que en
función de la meteorología considero que será el mas apropiado, teniendo
en consideración fundamentalmente el viento y el oleaje que me han de
aguardar.
Cualquier
enclave costero de Almería natural, tiene su particular encanto, pero
sin duda alguna es el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, el que ofrece una mayor
diversidad de paisajes costeros. La zona comprendida entre el Faro del
Cabo de Gata y la vecina localidad de San José, ofrece al fotógrafo tal
pluralidad de escenarios, que en ocasiones puedes toparte con una
verdadera pléyade de fotógrafos. |
La
utilización de un filtro degradado es casi obligado en la fotografía del
paisaje costero
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Por razones obvias de
masificación turística producida en estos entornos, durante ciertos meses
del año, opto siempre por escoger una
desapacible y ventosa tarde de invierno antes que cualquiera de las
cálidas tardes del verano, y aunque nunca menosprecio lo que algunos
llaman fotografía nocturna, suelo aprovechar siempre el corto periodo que
transcurre desde la puesta de sol hasta que la oscuridad total hace dificultoso el
funcionamiento de cámaras y objetivos.
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La
formación de una ola, es un elemento muy a tener en cuenta en nuestras
fotografías de costa
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 Si el
clima lo permite... ¡hay que mojarse!
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Despojado de la mochila
y con el trípode bien anclado y nivelado con el horizonte, llega el
momento de escoger en función del encuadre, el objetivo que habremos de
utilizar. Generalmente el primero que suelo acoplar en mi cámara, es un
gran angular me permitirá no sólo abarcar un mayor escenario, sino que al
tiempo mantendrá enfocada la totalidad de la escena. Es de vital
importancia limpiar periódicamente nuestras lentes, para eliminar la
acumulación de humedad o incluso las diminutas gotitas de agua que pululen
por el ambiente.
Situar estratégicamente
en un primer plano algún complemento como pueda ser una roca, una pequeña
charca de agua o algún vegetal, dará con toda certeza a nuestra toma una
dimensión mas real del evento que pretendemos fotografiar.
Otra
circunstancia de especial relevancia muy a tener en consideración antes de
comenzar a disparar, será la de equiparar en la medida de lo posíble la
luminosidad del cielo y el mar. |
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Es este el momento,
donde entran en juego la funcionalidad de los filtros que dispongamos.
Hemos de tener siempre
a mano o en algún bolsillo muy accesible de nuestra vestimenta, cuando
menos dos de ellos; un polarizador puede y de hecho nos eliminará reflejos
innecesarios producidos por el movimiento de mar y un degradado neutro,
será el encargado de restar luminosidad al cielo para igualarla a la de
las rocas o a la del resto del entorno.
Una vez encuadrada la
escena donde nunca centraremos nuestro motivo principal, será el momento de jugar con los parámetros de la cámara para
ajustar a voluntad, velocidades y obturaciones.
El resto del trabajo,
si a ello le podemos llamar trabajo, será el continuo ametrallamiento de
la escena con nuestro mando a distancia para que no trepide lo mas mínimo,
aquello que mas
tarde disfrutaremos en casa. |
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Inmortalizado en multitud de ocasiones, el Arrecife de Las Sirenas ofrece
este fantasmagórico aspecto cada vez que resulta embestido por el duro
temporal de poniente
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Con
fuerte temporal, este pequeño arrecife puede verse "tragado" literalmente
por el oleaje
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Con un
filtro ND, una
abertura F-29 y una velocidad de obturación de 1", fue posíble en pleno
día capturar la sedosidad de la espuma del mar
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Fotografía seminocturna realizada con una obturación de F-25 y una
velocidad de 1/2"
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¿Cuál es el
panorama que nos aguarda?
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Y
para finalizar este breve recorrido
por la llamada "fotografía de costa", no deseo olvidarme de lo que quizás
constituya uno de los avances mas innovadores de la digitalización de
imágenes; la fotocomposición o las panorámicas. Actualmente vemos como
cada día aparecen en el mercado nuevos programas en
los que resulta sencillo el ensamblaje de varias tomas que realicemos de un
mismo paisaje. |
Este quizás sea uno de
los últimos avances que nos depara la fotografía digital, aunque a buen
seguro, que no será el último.
Comienza a escucharse
de manera insistente, la aparición de la fotografía en tres
dimensiones, lo cuál nos da pié a pensar que ante nosotros aparece un apasionante mundo aún sin explorar. |
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Las
panorámicas son quizás, la penúltima innovación de la era digital
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