Naturaleza salvaje, junio 2008

Confinada en una de las esquinas de la Iberia peninsular; la región del Cabo de Gata es sin lugar a dudas, uno de los enclaves naturales mas insólitos y de mayor personalidad de cuantos puedan visitarse.

Hace tan sólo unos ocho millones de años, este territorio se encontraba sumergido bajo el Mar de Alborán; pero con el incesante y continuado roce de las placas africana y europea, se produjo el afloramiento de numerosos volcanes que mas tarde, dieron origen a lo que hoy conocemos como Parque Natural Cabo de Gata-Níjar.

Almería Natural, mayo 2009

En el año 1987 y con escasísimos medios a su alcance, el naturalista alemán Günther Kunkel, publicó la que hasta aquel momento fue, la única Flora del Desierto de Tabernas. Ayudado tan sólo por su inseparable esposa, un vetusto y destartalado vehículo y un reducido grupo de colaboradores a los que les enviaba pliegos de plantas, Kunkel recorrió palmo a palmo este desierto almeriense, para recopilar su catálogo florístico.

Algo más de 20 años después, con la valiosa ayuda que me proporciona la fotografía digital y equipado con un vehículo adecuado; me dispongo a ir tras su huella y mostrar en Almería Natural, parte de su obra.

Posiblemente hayan sido numerosas las ocasiones que nos ha enamorado, esa fotografía en la que aparece un curso de agua con un aspecto sedoso-algodonoso. Hemos de saber sin embargo, que ello no es coto privado de grandes fotógrafos profesionales y que por tanto, se encuentra al alcance de cualquier aficionado a la fotografía.

Tan sólo es necesario, seguir algunas pautas de comportamiento y disponer de las herramientas adecuadas para conseguirlo.

Almería Natural, agosto 2009

Cada vez que salgo al campo para realizar fotografías de flora silvestre, me planteo lo mejor que puedo, qué tipo de fotografía o mas bien, qué tipo de especies vegetales fotografiaré. A mi entender, existen dos modos bien diferenciados de realizar este tipo de trabajo.

     Una de la formas es, salir sin mas a pasar un hermoso día de campo y traerme en la tarjeta, todo aquello que se me antoje. La otra, algo mas científica, es planear qué especie o especies me interesará buscar, para llevármelas a casa.

Almería Natural, octubre 2009

Y es que, el otoño es sin duda alguna la estación del año más sugestiva y esperada para realizar fotografías. No se trata sólo, de captar la diversa gama de tonalidades que presentan los árboles, sino de capturar la calidad y calidez de la luz, que la hacen ser una estación excepcional para los amantes de la naturaleza.

     Gran parte de ese atractivo de suavidad en la luz, de hojas amarillas o de ocres paisajes, lo es esencialmente, por tratarse de algo efímero y pasajero. En el transcurso a lo sumo de dos o tres semanas, nuestro bello y cálido escenario, se habrá diluido y convertido en un monocromático y blanquecino paisaje, que dará lugar al inicio de la siguiente estación.

Almería Natural, enero 2010

Fotografiar un paisaje costero, puede y de hecho lo es, un ejercicio de relajación siempre que acudamos a hacerlo en un día con el mar en calma. Antagónicamente, nos puede llegar a resultar sumamente estresante, si procedemos a realizarlo en aquellas jornadas en las que el mar, nos depare un fuerte y desagradable vendaval.

     Para mí, esta es la primera disyuntiva que me planteo antes de salir a realizar fotografías por la costa. Por ello, entre las dos opciones anteriores y sin ningún tipo de duda, escojo siempre la primera, puesto que además, la orientación de la fachada litoral almeriense, me permitirá en tres de cada cuatro ocasiones, optar por una ubicación favorable en función que el viento sople de "levante" o lo haga de "poniente".

Almería Natural, enero 2011

La historia que os voy a narrar, bien pudiera parecer una tarea harto complicada, pues he decidido hacerlo adentrándome en el interior de un bosque.  Un bosque que se encuentra aislado en mitad de una región desgarrada por la aridez; se trata de una breve historia narrada con imágenes, que pretende romper con algunos tópicos previamente establecidos.

    Almería, y las regiones limítrofes que conforman su entorno, se encuentra salpicada por diferentes serranías que la moldean de este a oeste. Entre ellas, destacan las Sierras de Los Filabres, Baza, Gádor o Sierra Nevada; sierras que ofrecen en sus umbrías norte, fértiles valles al abrigo del húmedo clima de la media y alta montaña. Son auténticas "islas verdes" que ponen una nota de color sobre su árido entorno.

Almería Natural, mayo 2011

Cuando hace ya algunos años, comenzó a interesarme la búsqueda y el reconocimiento de la flora silvestre de Almería, jamás pude ni imaginar que una tierra tan sedienta y descarnada como la almeriense, pudiese albergar flores tan sutiles y delicadas como las "Orquídeas".

     Hasta entonces, siempre relacioné a este grupo de plantas con húmedas selvas tropicales o con floristerías de alto postín. Sin embargo, nada más lejos de esa realidad; pues la enorme biodiversidad que presenta el sureste ibérico, da cabida a una de las familias botánicas más evolucionadas y espectaculares de cuantas puedan existir.

Almería Natural, septiembre 2012

Serie documental en la que a través de diversos viajes, se recorrerán algunos de los parajes más recónditos y desconocidos de Almería natural, para mostrar las más bellas imágenes, de las más primorosas y desconocidas especies vegetales que se han ido descubriendo a través de los años.

Al tiempo, se visitarán los enclaves naturales que las albergan. Parajes capaces de ocultar volcanes extintos, desiertos, lagunas, tundras heladas, bosques de coníferas o estepas rebosantes de vida, donde la naturaleza se manifiesta exuberante o mostrando toda su crueldad.

Almería Natural, marzo 2013

Con "Viajes fotográficos por Almería Natural" es mi intención volver a visitar para mostrarlos aquí, algunos de los parajes y enclaves más recónditos, extremos e inexplorados de Almería. Algunos de ellos, son considerados como entornos inhabitables, pero sobre todo inéditos y enigmáticos. Son parajes apartados y misteriosos, a los que algunos de sus habitantes se han atrevido a llamarlos "su hogar".

 Las condiciones de vida en estos enclaves suelen ser duras, muy duras, pero los seres vivos que los habitan, han sabido adaptarse para mantener viva la esperanza y el sueño de al menos, poder sobrevivir o quizás, malvivir en ellos.